El Alto Berguedà se deja conocer de muchas maneras pero, sin duda, la mejor forma de penetrar en la intimidad de sus paisajes es hacerlo a pie. Los antiguos caminos tradicionales, la mayoría de origen medieval, invitan al andando a hacer un viaje en el tiempo, un viaje *pausat, tranquilo, un viaje para evocar, por ejemplo, el dramático exilio cátaro de los Buenos Hombres. Los caminos de herradura todavía recuerdan el paso orgulloso del caballero y trovador Guillemos de Berguedà, o las idas silenciosas de en Ramon Vila el maquis conocido como *Caracremada, o el paso ligero de los segadores que cruzaban el imponiendo *Cadí por el paso de los *Gosolans. A pie se puede recuperar el “*tempo” de las cosas, los ritmos de la naturaleza y este *Pirineu es muy generoso con quienes quieren conocerlo. Además de caminos y de empresas especializadas en guiaje, el Alto Berguedà cuenta con una red de más de 2.000 km. de caminos señalizados. Los amantes del senderismo encontrarán un auténtico paraíso. Desde largas quinielas como El Camino de los Buenos Hombres o los Caballos del Viento, hasta medias como el Camino Picasso o bien cortas paseadas para disfrutar un rato del entorno. Encontraréis 35 rutas circulares, señalizadas, y de diferentes duraciones porque cada cual de vosotros disfrute tranquilamente de los paisajes y de la gente de esta tierra.